Utilizar una mascarilla elaborada con materiales sostenibles y ecológicos no solo tiene un positivo impacto en la salud del planeta sino también en la de quien la usa. Con el objetivo de cuidar nuestro sistema respiratorio sin contaminar trabaja lamasQ, empresa española distribuidora de mascarillas elaboradas con materiales 100% orgánicos.
lamasQ confecciona sus mascarillas con algodón orgánico, cumpliendo de forma rigurosa con los estándares internacionales y con la normativa de la Asociación Española de Normalización. Sus distintas tallas se adaptan a la fisonomía según la edad, desde los tres años hasta las de adultos, y tienen la ventaja de entregarse en estuches biodegradables a la medida del bolsillo para mantenerlas protegidas mientras no se usan.
Al elegir una mascarilla es esencial mirar con qué material está hecha y evitar en lo posible que sean derivados de plástico o petróleo, De este modo se pueden prevenir efectos nocivos tanto para el sistema respiratorio como posibles irritaciones en la piel, acné, rosácea e, incluso, dermatitis.

La mascarilla se ha convertido en el complemento de uso obligatorio de este año. Para hacerse con una la elección tiende a basarse en el diseño, la disponibilidad o el precio, dejando de lado, especialmente, los materiales con los que están confeccionadas, que tienen un impacto directo en el medioambiente. Es algo que se aprecia de manera evidente al observar el uso desmedido de mascarillas desechables, elaboradas con materiales derivados del petróleo. Las mascarillas deben protegernos y proteger a los demás de posibles infecciones y enfermedades, por supuesto; pero deben permitir que la respirabilidad sea óptima ya que, de no ser así, el uso de la mascarilla puede terminar siendo perjudicial para quien la viste.
Consultada en este sentido, la doctora Electa Navarrete, experta en bioquímica, corrobora que “pese a que todas las mascarillas pueden cumplir con la norma de la respirabilidad, esto no significa que los 8.000 litros de aire por persona que respiramos al día através de ellas sea un aire de calidad, ya que el CO2 que se emite cuando exhalamos es totalmente nocivo para la salud”. Y concluye que “para invertir la calidad de ese aire y que este sea beneficioso para el sistema respiratorio se deben utilizar siempre mascarillas elaboradas con algodón orgánico ya que estas sí permiten una respiración óptima”.
Las mascarillas deben permitir que la respirabilidad sea óptima ya que, de no ser así, el uso de la mascarilla puede terminar siendo perjudicial para quien la viste.
De este modo, el material del que esté compuesta la mascarilla debe ser un aspecto prioritario sobre el que se debe fijar la atención a la hora de adquirir una, ya que se trata de algo más que un complemento que vestimos, y va pegado a nuestra boca y nariz durante largas horas. Bajo esta premisa trabaja lamasQ, empresa española que, con el aval de pruebas en laboratorio, distribuye mascarillas realizadas 100% con materiales sostenibles que favorecen una respirabilidad más natural y que aporta mayor bienestar, especialmente cuando su uso es continuado.
El algodón 100% orgánico aporta numerosos beneficios desde su origen, ya que su producción es respetuosa con los recursos naturales y humanos, reduciendo el volumen de agua necesaria para su producción y eliminando en el proceso todo tipo de pesticidas y otras sustancias tóxicas. La seguridad y protección necesarias para cumplir con los requisitos de la norma EN0065:2020 y dar absoluta tranquilidad a quienes las visten se consigue al confeccionarlas con una doble capa de tejido con tratamiento hidrófugo y antibacteriano que repele al 100% los líquidos, tanto al inspirar como al exhalar. De esta forma, se protege la persona que la lleva puesta, así como las personas con las que se entra en contacto. Según las pruebas realizadas, las mascarillas lamasQ filtran partículas de hasta 0,3 micras de diámetro, lo que les otorga una capacidad de filtración del 96% de las partículas.

Por otro lado, el hecho de que se puedan reutilizar hasta 40 veces con un sencillo y rápido lavado y planchado permite frenar el impacto tan desastroso que el uso masivo de mascarillas desechables o quirúrgicas está teniendo en el medioambiente. Para comprender la magnitud de los efectos contaminantes de estas mascarillas, lasmasQ estima que, únicamente contando el millón y medio aproximado de empleados de las grandes empresas españolas, a los que se entrega una mascarilla desechable al día, arrojaría en los próximos seis meses 400 nuevas toneladas de plástico.
En esta apuesta por la sostenibilidad, lamasQ suma un diseño y fabricación realizados íntegramente en España, reduciendo aún más la huella de carbono que el transporte de estos productos desde el otro extremo del planeta pueda generar, además de fomentar la recuperación de la economía del país cuando más se necesita.
Pudiendo elegir entre dos tonalidades, blanca y negra, lamasQ dispone de tienda online con una variada oferta de mascarillas, tanto para adultos como para niños, ajustando medidas y tallas a la fisonomía de cada edad, a partir de los tres años. El precio por unidad es de 7,90€ para los mayores y de 6,90€ para los niños, aunque hay diferentes combinados familiares y de grupo que las hacen aún más convenientes a la hora de reducir el gasto mensual de los hogares españoles. Para el verano, además, hay una oferta especial de dos mascarillas por 14€, de este modo se puede evitar las molestias de buscar mascarillas en lugares vacacionales que disparan el número de habitantes en los meses estivales. En paralelo, lamasQ se ha propuesto dar respuesta a las empresas que quieren proteger a sus empleados y clientes, cuidando también su bienestar y su compromiso medioambiental, y han comenzado ya a diseñar y fabricar mascarillas personalizadas y adaptadas a las nuevas necesidades que afrontan las empresas de cara al nuevo curso laboral.
Las consecuencias de escoger la mascarilla errónea
Cada día respiramos 8.000 litros de aire por persona. Saber que no está contaminado ni expuesto a materiales que puedan distorsionar su calidad debe ser lo más importante a la hora de escoger una mascarilla. De hecho, las consecuencias que acarrea tapar nuestras vías respiratorias durante horas con tejidos no recomendables -sintéticos o derivados de plástico y petróleo- puede llegar a ser extremadamente perjudicial.
Las consecuencias negativas se ven incrementadas cuando las temperaturas son altas y la exposición al sol es mayor, como en esta época del año. Además de los efectos perjudiciales en el sistema respiratorio, forzado a trabajar más para llevar aire a nuestros pulmones, estos materiales pueden afectar a la piel, el órgano más grande de nuestro cuerpo, y que también necesita respirar. El uso de mascarillas que dificulten la transpiración óptima y natural, puede causar irritaciones, acné, rosácea e, incluso, dermatitis.
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