Bodega Otazu continúa avanzando en sus planes de sostenibilidad y respeto al ecosistema y pone en marcha un proyecto de anillamiento de becadas en sus viñas. De la mano de la Sociedad de Ciencias Aranzadi, Bodega Otazu prevé aumentar la biodiversidad de sus viñedos, además de permitir el estudio del comportamiento y la evolución de esta especie.
El proyecto de anillamiento de las becadas se une a ‘Viñasostenible’ como los dos proyectos medioambientales que Bodega Otazu tiene actualmente en marcha. De esta forma, la bodega busca potenciar e integrar soluciones que permitan aumentar de manera notable la sostenibilidad del cultivo de la vid en esta zona de Navarra.
Bodega Otazu es el viñedo con D.O.P Pago más al norte de España. Se encuentra ubicada a tan solo 8 kilómetros de Pamplona, entre la Sierra del Perdón y la Sierra del Sarbil, con el río Arga como delimitador natural. Todos sus vinos están elaborados exclusivamente con las uvas procedentes de las 116 hectáreas de viñedo propio que rodean la bodega.
Sostenibilidad es sinónimo de protección de los sistemas biológicos, la preservación de los recursos naturales y el fomento de la conciencia ecológica. Estos tres pilares configuran la excelencia en el respeto hacia el medioambiente y son, también, los ejes principales sobre los que se erige la filosofía de Bodega Otazu. El viñedo con D.O.P Pago situado más al norte de España mantiene, desde sus orígenes, una filosofía de transformación hacia métodos de trabajo más sostenibles que compensen la actividad vitivinícola en base a la mejora de los hábitats donde lleva a cabo su labor.
Ejemplo de ello, es el nuevo proyecto de anillamiento de becadas que Bodega Otazu está desarrollando en colaboración con la Sociedad de Ciencias Aranzadi y que tiene como objetivo facilitar el estudio de esta especie e impulsar la biodiversidad de sus viñedos. Dicho plan surge tras la observación de la presencia de esta y otras especies de alto valor ornitológico en las viñas de Otazu, que acuden a estos terrenos en búsqueda de alimento -lombrices e insectos- debido a la seguridad y abundancia que estos campos les ofrecen. El motivo de estas condiciones es el respeto con el que Bodega Otazu trabaja sus viñas que, sumado a la composición de su suelo, hace que esta zona se convierta en un destino ideal tanto para las becadas como para otras especies.
El entorno de Bodega Otazu es un lugar acogedor para especies animales autóctonas como perdices, mirlos y otras aves. Además de la fauna local, muchas especies en sus viajes migratorios, tanto hacia el sur antes de que llegue el frío, como en su retorno primaveral al norte de Europa, encuentran en Otazu el lugar idóneo donde refugiarse temporalmente. En este sentido, cada vez es más frecuente ver diferentes tipos de aves en el entorno de su viñedo, como pueden ser garzas y rapaces, entre otras.
La bodega explica este comportamiento debido, en primer lugar, al enorme valor medioambiental de la zona boscosa existente junto al Señorío de Otazu, donde muchas especies animales encuentran refugio. Se trata de 14 hectáreas de bosque acotado, sin presencia del ser humano, donde flora y fauna se desarrollan siguiendo su ciclo natural, ajenos a las consecuencias de la explotación forestal presente en otros lugares. Por otro lado, la gestión del viñedo de Otazu con prácticas como la siembra de cubiertas vegetales entre las hileras de vides, fomenta que las aves encuentren en sus viñas un lugar adecuado donde protegerse y alimentarse.
Desde hace años, Bodega Otazu recurre a la siembra de diferentes cubiertas vegetales, alternando plantas como la festuca, cuyas raíces cortas actúan como regulador de la humedad, con otras de raíz larga, como avena, cebada o mostaza. La acción en profundidad de estas raíces favorece la oxigenación y el drenaje de la tierra, generando un hábitat idóneo para insectos y anélidos, que posteriormente servirán de alimento natural a especies de mayor tamaño, principalmente aves, como es el caso de las becadas. Con estas prácticas, Bodega Otazu contribuye al aumento de la biodiversidad, tanto subterránea como en la superficie.
La época del año en la que la mayoría de las aves hacen parada en Otazu coincide con el momento en que la intervención en el viñedo es mínima. El manto vegetal que cubre el suelo del viñedo se mantiene de manera natural, y esto hace que las aves se sientan cómodas en esta zona. En época estival, cuando algunas especies como las perdices están criando, se evita el corte de vegetación de ribazos y acequias para no interferir en esta etapa crucial de su reproducción. Como complemento a esta conservación de la flora, en Otazu se contribuye a su proliferación con la plantación de arbustos que proveen de alimento a las diferentes especies de aves durante todo el año.
A todos los hechos anteriores hay que añadir el proyecto de sostenibilidad “Viñasostenible” en el que Bodega Otazu se encuentra inmersa junto a la Universidad Pública de Navarra. Mediante esta iniciativa se quiere extender a todo el territorio de la Bodega la gran biodiversidad ya existente en la zona que rodea el Señorío de Otazu. Con este fin, además de la plantación de setos y arbustos de especies autóctonas alrededor del viñedo, también se han contribuido al bienestar de las diferentes especies instalando cajas nido para atraer aves, así como hoteles de insectos para fomentar la presencia de estos invertebrados, cuya acción reguladora de plagas es un sustituto natural al uso de fitosanitarios químicos.
De cara al futuro, el siguiente paso en esta apuesta por la biodiversidad será la siembra de cubiertas florales para atraer a insectos polinizadores, que, además de contribuir a la reproducción de las plantas, sirven de alimento a la fauna auxiliar que habita en los campos de la bodega.
Todo este trabajo de conservación y mejora que Bodega Otazu viene realizando desde hace tiempo, ha tenido como consecuencia directa el aumento de la biodiversidad en su viñedo. Así, la presencia de esta gran variedad de aves ha motivado la creación del proyecto de anillamiento de becadas con el que Bodega Otazu y la Sociedad de Ciencias Aranzadi busca estudiar el comportamiento de esta especie y la evolución de su población. Asimismo, con estos trabajos -liderados por el ingeniero técnico agrícola y anillador especializado de becada, Miguel Minondo- se persigue conocer en profundidad esta especie y gestionar, de forma controlada, su explotación cinegética.
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